La Resilencia de los Arrecifes

La acción humana está conduciendo inexorablemente a la extinción de muchos ecosistemas y formas de vida por todo el planeta. Lo mencionamos, hablamos de ello, pero hay quien insiste en no creer en ello: El Cambio climático.

Ahora, con la naturaleza del planeta desmoronándose poco a poco, el punto de mira está fijado en los arrecifes de coral. Gracias a las fotografías y los documentales, nos hemos maravillado constantemente de los hipnóticos corales. Estructuras de millones de microorganismos llamados pólipos, con forma de tubo, adheridos entre sí o en rocas , que forman colonias repletas de vida, tomando calcio del agua y convirtiéndose en piedra caliza alrededor del inferior de sus cuerpos.

En los arrecifes  conviven millones de especies marinas, las cuales se alimentan de unas algas unicelulares llamadas zooxantelas. Son éstas algas las responsables de los bellos mosaicos de colores de las profundidades del mar.

Hay ahora una pregunta en el aire ¿Están condenados a desaparecer? Un alarmante suceso, en plena pandemia del Covid 19 fue descubierto en la Gran Barrera de Coral, en la costa noroeste de Australia, un patrón que no obstante, ya se ha estado repitiendo en los últimos años: El blanqueamiento de los arrecifes.

Con el aumento de la temperatura del planeta, y la alteración de la atmósfera, las previsiones científicas no arrojan lugar a dudas. A finales de siglo, el 70% o 90% de los arrecifes quedarán verán afectados por el cambio climático. Hay muchas especies repartidas por los océanos en el planeta… No todas son iguales, ni han reaccionado de igual manera a éste proceso de blanqueamiento. Algunos arrecifes, de hecho, han logrado sobrevivir y recuperarse por sí mismos.

La naturaleza, desde que el tiempo es tiempo, da prueba de su sabiduría. ¿Está en la propia resiliencia de los arrecifes la clave de su salvación?.

El coral de la isla de Ofu en 2015 experimentó un proceso de blanqueamiento, pero su propia naturaleza regenerativa le permitió sobrevivir y recuperar el 90% de su color dos años después. Gracias a la composición morfológica del arrecife, que mostró mucha mas resistencia al calor, pudo determinarse que dentro de las diferentes especies de coral marinas, hay mecanismos de defensa que varían de una a otra. Por ello, éste descubrimiento ha permitido elaborar patrones de conservación para saber cómo resiste el alga simbiótica que alimenta a los corales al calor.

Según investigaciones arrojadas por la comunidad científica Australiana, es posible trazar una línea de acción que haga frente al cambio climático. Esfuerzos que sin la colaboración y conciencia ecológica del mundo entero, no será suficiente.

Queda mucho por hacer y poco tiempo para actuar…pero no es demasiado tarde.